Las multitudes se han estado reuniendo en las bombas de todo el país desde el viernes, ya que los portugueses buscan llenar sus tanques de almacenamiento antes de que se espere que los costos aumenten este lunes.
Ciudad portuguesa de Lisboa. Cientos de automóviles portugueses ya hacen fila en las estaciones de servicio para cubrir el riesgo de un aumento inminente en los precios del combustible, y cientos incluso se forman en algunas estaciones de servicio españolas cerca de la frontera.
Se han formado multitudes en las estaciones de servicio de todo el país desde el viernes, informaron los medios locales, mientras los portugueses intentan llenar sus tanques antes de un aumento esperado en los costos el lunes, y algunas estaciones incluso se quedaron sin combustible.
También se registraron una serie de vehículos portugueses en Badajoz, muchos de ellos procedentes de la localidad portuguesa de Elvas, a 10 km de distancia.
Se espera que los precios del diésel y la gasolina aumenten la próxima semana en más de 14 centavos y 8 centavos el litro, respectivamente. Ante el aumento, en gran parte debido a la agresión de Rusia contra Ucrania, el Gobierno portugués anunció el viernes que reforzaría un paquete de medidas introducido en 2021 para minimizar la subida de los precios de los carburantes, con un reembolso mensual de hasta 20 euros por combustible . ., bonificaciones y beneficios fiscales para autobuses y taxis.
"Ante el aumento repentino, inmediato y sin precedentes de los precios de los combustibles, especialmente el previsto para la próxima semana, debemos reaccionar de inmediato", dijo el ministro de Finanzas portugués, Joao León, en una conferencia de prensa.
Todas estas medidas tendrán un impacto en las arcas públicas de unos 165 millones de euros.
La Asociación Nacional de Comerciantes de Combustibles de Portugal (Anarec) calificó este fin de semana las medidas anunciadas por el regulador como "insuficientes" e insistió en que "no permiten una solución definitiva". Señala el verdadero problema de los precios de los combustibles, que es que "la carga fiscal sobre la gasolina y el gasóleo es muy pesada".
También alegan que ciertas medidas no incluyen a los transportistas o distribuidores de bienes de primera necesidad.