Su cadáver fue localizado a las 9:30 de la mañana del jueves en la Base Contrainteligencia Militar, municipio Biruaca de la referida localidad.
Se pudo conocer la detención de dos agentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar, por la muerte del detective del Cicpc quien murió a consecuencias de asfixia mecánica por sumersión y otras lesiones.
Juan Ángel Pantoja Carreño de 32 años de edad, detective agregado del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, ya había notificado a sus compañeros que era torturado en la sede de la DGCIM.
La víctima se hallaba en comisión de servicio en la Universidad Nacional Experimental de Seguridad con sede en el estado Apure.
Su cadáver fue localizado a las 9:30 de la mañana del jueves en la Base Contrainteligencia Militar, municipio Biruaca de la referida localidad.
Narra el parte policial de la dirección de inteligencia, que el detective se metió en un tambor de agua que se encontraba en el baño y murió ahogado
Cuando a la comisión de inspección ocular del Cicpc, se le permitió el acceso al sitio del suceso, el cuerpo sin vida de Pantoja, estaba en posición de decúbito dorsal, al parecer, tenía líquido y restos de alimentos en la cavidad oral y otra parte de comida toda dispersa en el piso.
El detective fue detenido el día martes, tenía una orden de aprehensión emanada del Tribunal Primero de Control del Circuito Judicial Penal del estado Apure, según causa 1C-22.894-22 por el delito de corrupción agravada.
Supuestamente, colaboró en la fuga de Reyes Gabriel Hernández González, dueño del Hato El Chaparralito.
El ganadero fue señalado de encubrir y proteger a una persona relacionada en aparente plan magnicida contra el presidente Nicolás Maduro, el sujeto pudo huir de Venezuela.
Reyes Gabriel, es conocido como “El Gordo” y “El Finquero” en Apure, propietario de uno de los hatos más grande de la mencionada región, con pista de aterrizaje, ganado, entre otras cosas que fueron confiscadas por el Gobierno.
Yarumy Rafael Figueroa López agente II y José Carlos Flores Pérez, agente III, por este suceso fueron puestos a la orden de la Fiscalía Séptima de Derechos Humanos del Ministerio Público.
Ambos funcionarios estaban de guardia el día que murió el detective del Cicpc.
amiliares del fallecido piden que se aclaren los hechos y que los verdaderos culpables sean puestos detrás de las rejas.
Fuente.Bladimir Martínez Ladera
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