Un peligroso feminicida serial, que habría asesinado por lo
menos a ocho mujeres, fue capturado por las autoridades colombianas en el
municipio Tabio, Cundinamarca, a 31 kilómetros de Bogotá, la capital del país
suramericano.
Carlos Andrés Rivera Ruíz, de 42 años, fue detenido por la
Fiscalía de Colombia y la Policía. ‘El Monstruo de Tabio’, como ha sido
llamado, es señalado de acechar a sus víctimas, de someterlas, de golpearlas
brutalmente y de abusar sexualmente de ellas para luego asesinarlas.
La Fiscalía colombiana informó en sus redes que Rivera Ruíz
estaría implicado en, por lo menos, ocho feminicidios ocurridos entre 2019 y
2024 en Cundinamarca, Medellín y otros municipios de Antioquia.
¿De qué se le acusa?
El Ministerio Público lo acusa de feminicidio, acceso carnal
violento y hurto calificado, todas las conductas son agravadas.
Debido a que no aceptó su responsabilidad en los hechos
atribuidos, deberá cumplir medida de aseguramiento en un centro carcelario.
La captura ocurrió cuando funcionarios de la Dirección de
Investigación Criminal de la Policía (SIJIN) lo interceptaron a bordo de un
autobús. Rivera Ruíz tenía con él ropa y objetos cortopunzantes que pudieron
haber sido utilizados en sus asesinatos.
¿Cómo cometía los feminicidios?
Su más reciente crimen había ocurrido días atrás, el 19 de
mayo. ‘El monstruo de Tabio’ sería el responsable del feminicidio de Cecilia
Santana, de 58 años, cuyo cadáver fue hallado a orillas del río Frío, en el
mencionado municipio cundinamarqués.
Su ‘modus operandi’, según la Fiscalía, era identificar a
las posibles víctimas mientras caminaban solas por zonas rurales. En parajes
alejados les salía al paso y las amenazaba con objetos cortopunzantes.
Tras someterlas, las llevaba por la fuerza a lugares solitarios
donde las golpeaba cruelmente y las violentaba sexualmente para,
posteriormente, asfixiarlas. Las autoridades reportan que en algunos casos les cortó
una oreja a sus víctimas.
El ente acusador afirma en un audio que el feminicida
sometía a las mujeres a una serie de vejámenes físicos y sexuales. Además, el
tratamiento dado a los cuerpos, una vez que cometía los asesinatos, «demuestra
el desprecio por la dignidad humana».
Los otros casos
Las investigaciones hechas por la Policía permitieron determinar que los femicidios anteriores tuvieron lugar en Medellín y en los municipios antioqueños de Bello, Copacabana y Ciudad Bolívar. Tras cometer el último de sus crímenes se escondió en una finca