En el lugar del crimen, la madre de Heitor estaba en estado de shock. Entre lágrimas, la mujer que también perdió a su marido
Heitor Felipe, de 9 años, es una de las víctimas de la
masacre en Ribeirão das Neves, región metropolitana de Belo Horizonte, Brasil.
El niño estaba celebrando su cumpleaños en el lugar de la fiesta cuando le
dispararon. Era deportista en una escuela de fútbol y soñaba con convertirse en
futbolista. Otras dos personas murieron: su padre, un hombre de 26 años, y una
prima de 11 años.
En las redes sociales, el niño compartió su sueño de
convertirse en jugador. Entre los registros se encuentran videos de goles
marcados en entrenamientos y fotos con las camisetas de Atlético y América, dos
de los principales clubes de Minas Gerais.
En uno de los pies de foto, en un partido con la camiseta de
Galo, Heitor escribió: “No dejaré de perseguir mi sueño”.
Conmoción
En el lugar del crimen, la madre de Heitor estaba en estado
de shock. Entre lágrimas, la mujer que también perdió a su marido, prefirió no
grabar la entrevista. Los testigos que estuvieron en la fiesta hablaron de
“cobardía”. “Vinieron disparando. No les importó que hubiera fiesta”, dijo una
mujer cuya identidad será preservada.
Además de los tres fallecidos, tres invitados resultaron
heridos y fueron trasladados a la una Unidad de Pronta Atención (UPA
Justinópolis) y luego trasladados al Hospital Risoleta Neves, en BH. Se trata de:
una adolescente de 13 años, su madre cuya edad no fue revelada y una joven de
19 Los cuerpos del niño, su padre Felipe Júnior y su prima Layza Manuelly se
encuentran siendo sometidos a exámenes de autopsia en el Instituto Médico Legal
(IML) y están a la espera de su liberación.
Guerra de tráfico
Según el capitán Arley Santos, de la Policía Militar, el crimen fue motivado por la guerra contra el narco en la región de Morro Alto, en Vespasiano. Blanco de los disparos, el hombre de 26 años estaría involucrado en esta disputa.
“(Las víctimas) vinieron a Ribeirão das Neves para celebrar
el aniversario. Pero (el crimen) tiene que ver con una guerra (contra la trata)
de Vespasiano que venía desde hace algún tiempo”, afirmó.
Según los militares, los delincuentes invadieron la fiesta
alrededor de las 19.00 horas. La celebración, que comenzó a las 9.00 de la
mañana, ya había terminado y algunos invitados se marcharon. “Entraban
disparando, sin preocuparse si era una fiesta o si había niños”, afirma el
capitán.
Fuente:www.diariocontraste.com