Tras quedarse solo en la sala de interrogatorios, el hombre intentó ahorcarse con el cordón de sus pantalones cortos, después de lo cual "fue arrestado, esposado y transportado a un hospital psiquiátrico para observación de 72 horas".
Una ciudad estadounidense tendrá que pagar alrededor de
900.000 dólares a un hombre que fue sometido a un interrogatorio policial de 17
horas en el que fue presionado por agentes para que confesara que había
asesinado a su padre desaparecido, cuando, en realidad estaba vivo, informaron
el viernes medios locales.
En 2018, durante el interrogatorio de Thomas Pérez Jr. por
parte de la Policía en la ciudad de Fontana, los agentes amenazaron con
sacrificar al perro de Pérez si no confesaba que había matado a su padre, lo
que un juez ha calificado de "tortura psicológica inconstitucional".
Pérez Jr. informó a la Policía de que su padre, Thomas Pérez
Sr., de 71 años, había salido a pasear con el perro, que regresó a los pocos
minutos sin el anciano. Como el hombre parecía "distraído" y
"despreocupado", los investigadores sosp echaron de su culpabilidad y
lo interrogaron durante varias horas.
Según los registros judiciales, los detectives informaron a
Pérez Jr. que habían recuperado el cuerpo de su padre que "llevaba una
etiqueta en el dedo del pie en la morgue" y que tenían evidencia contra su
hijo.
Finalmente, según las imágenes del interrogatorio, después
de acurrucarse con el perro en el suelo, Pérez Jr. se derrumbó y dijo que había
apuñalado a su padre varias veces.
Tras quedarse solo en la sala de interrogatorios, el hombre
intentó ahorcarse con el cordón de sus pantalones cortos, después de lo cual
"fue arrestado, esposado y transportado a un hospital psiquiátrico para
observación de 72 horas".
Crueldad sin precedentes
Como factor agravante, cabe destacar que la Policía no le
comunicó a Perez Jr. que sabía que Pérez Sr. estaba vivo y se encontraba en el
Aeropuerto Internacional de Los Ángeles esperando un vuelo para ver a su hija
en el norte del estado de California.
"En mis 40 años de demandar a la Policía nunca he visto
ese nivel de crueldad deliberada por parte de la Policía", comentó Jerry
Steering, abogado de Pérez Jr., que recordó que su cliente fue torturado
"mentalmente" para que confesara un crimen que no había cometido,
"ocultándole que su padre estaba vivo y bien" y "confinándolo en
la sala de psiquiatría", después de haberlo empujado al suicidio.