La operación comenzó sin contratiempos hasta que Hillary empezó a mostrar signos inquietantes.
En el corazón de Florida, la tragedia se desplegó en un
quirófano destinado a embellecer, no a destruir. Benjamin Jacob Brown, un
renombrado cirujano plástico de 40 años, fue arrestado el 17 de junio, y
acusado de homicidio en segundo grado tras la muerte de su esposa, Hillary
Ellington Brown, durante una serie de procedimientos estéticos realizados en su
propia clínica.
Hillary Ellington Brown, madre de tres hijos y de 33 años,
confiaba plenamente en las habilidades de su esposo. El 21 de noviembre de
2023, se sometió a múltiples procedimientos quirúrgicos que incluían la
plicatura muscular, la revisión de cicatrices abdominales, liposucción
bilateral de brazos, inyecciones de labios y ajuste de orejas.
Sin embargo, la operación, que debía realzar su belleza,
rápidamente se convirtió en una pesadilla. Hillary, sin formación médica
formal, preparó su propia solución anestésica e ingirió una serie de píldoras
multicolores, incluyendo valium. Esta autogestión del anestésico sería un
preludio fatal a la tragedia.
La operación comenzó sin contratiempos hasta que Hillary
empezó a mostrar signos inquietantes. Durante la liposucción en su brazo, se
volvió inquieta y sus pies comenzaron a temblar. “Veo naranja”, alcanzó a
decirle a Benjamin, una clara señal de toxicidad por lidocaína, un anestésico
local. Pero la respuesta de su marido fue seguir adelante con la intervención,
aparentemente ignorando los peligros que se cernían sobre su esposa. Su visión
se volvió borrosa y su cuerpo convulsionó. Ante las súplicas del personal
médico para llamar al 911, el cirujano se negó repetidamente, eligiendo gritar
por información sobre los medicamentos que Hillary había tomado en lugar de
buscar ayuda inmediata.
El desenlace fue devastador. Hillary sufrió un paro cardíaco
y, aunque fue trasladada a un hospital local y mantenida en soporte vital,
murió una semana después. La autopsia reveló que la causa de la muerte fueron
complicaciones derivadas de la toxicidad por lidocaína, una conclusión que
apuntaba directamente a la negligencia de Benjamin durante el procedimiento.
Cómo es la situación actual del médico cirujano
Benjamin Jacob Brown, un cirujano con múltiples licencias y certificaciones, ahora enfrenta un futuro incierto, posiblemente tras las rejas, mientras su familia llora una pérdida irremplazable.
La investigación sobre la muerte de Hillary Ellington Brown
fue extensa y meticulosa, desentrañando detalles que pintaban un cuadro
perturbador de negligencia y desesperación. El Departamento de Salud de Florida
emitió una orden de restricción de emergencia contra la licencia médica de
Benjamin Jacob Brown en mayo de 2024, lo que subrayó la gravedad de la
situación. La oficina del Sheriff del Condado de Santa Rosa, en colaboración
con la Oficina del Médico Forense del Distrito Uno y la Oficina del Fiscal del
Estado, lideró la investigación, que culminó en la emisión de una orden de
arresto.
Los resultados de la autopsia fueron claros: Hillary murió
por complicaciones derivadas de la toxicidad por lidocaína. El informe forense
detalló cómo Hillary, sin supervisión adecuada, había preparado y administrado
su propia anestesia, y cómo Benjamin había continuado inyectando lidocaína
incluso después de que ella mostrara signos de intoxicación. Durante la
operación, cuando la situación se deterioró, Benjamin ignoró repetidamente las
sugerencias de su equipo para llamar al 911, una decisión que fue calificada
como “descuidada y temeraria” por el Consejo Médico de Florida.
En el transcurso de la investigación, se descubrió que
Benjamin había permitido que Hillary se suturara la piel ella misma después de
la revisión de cicatrices abdominales, un acto que subrayó la informalidad y la
falta de profesionalismo en la sala de operaciones aquel fatídico día. Las
autoridades concluyeron que la conducta de Benjamin mostró una alarmante falta
de juicio, poniendo en riesgo no solo a su esposa sino también a cualquier
paciente bajo su cuidado.
Fuente:Infobae