Las exportaciones de petróleo de Venezuela se recuperaron en
mayo respecto a la baja cifra del mes anterior, ya que los clientes de la
petrolera estatal PDVSA se apresuraron a tomar cargamentos ante la reanudación
de las sanciones estadounidenses al país sudamericano.
El Departamento del Tesoro estadounidense no renovó en abril
una amplia licencia que había permitido a Venezuela exportar libremente su
petróleo, pero dio a las empresas hasta finales de mayo para completar las
transacciones, incluidas las ventas de crudo y combustible. También comenzó a
emitir autorizaciones individuales a las empresas energéticas que hacen
negocios con Venezuela.
Un total de 50 buques zarparon de aguas venezolanas el mes
pasado transportando una media de 708.900 barriles diarios (bpd) de crudo y
combustible, y 614.000 toneladas de productos petroquímicos y subproductos del
petróleo, según documentos internos de PDVSA y datos de embarque de la firma
financiera LSEG.
El volumen de petróleo embarcado en mayo fue un 30% mayor
que en abril y un 7% superior al del mismo mes del año anterior. Las
exportaciones de petroquímicos y subproductos fueron las más altas en 13 meses,
mostraron los datos.
Más de un tercio de las exportaciones totales, o 250.000
bpd, tuvieron como destino Asia. Estados Unidos fue el segundo mayor receptor
con una media de 205.000 bpd enviados por la petrolera estadounidense Chevron a
sus propias refinerías y a otras, seguida de Europa con 129.000 bpd.
Los envíos a Cuba, aliado político, aumentaron a unos 70.000
bpd desde los 23.000 bpd del mes anterior, impulsados por las mayores entregas
de crudo, según los datos.
Tras la finalización de los trabajos de mantenimiento en
algunos mejoradores de crudo y más importaciones de diluyentes, los inventarios
de crudo diluido de PDVSA aumentaron a casi 5 millones de barriles. Las
existencias del emblemático crudo Merey 16 de la nación miembro de la OPEP
también se recuperaron hasta casi 3 millones de barriles a finales de mes,
mostró uno de los documentos.
Venezuela importó unos 68.000 bpd de nafta pesada y mezcla
para producir gasolina, por encima de los 57.000 bpd de abril.
Washington ha concedido desde mediados de abril licencias
individuales a empresas como la francesa Maurel & Prom, la española Repsol
y para hacer negocios de petróleo y gas con Venezuela. Más de una docena de
otras esperan luz verde.