Al respecto, el fiscal Nicolás Nicoreanu señaló que “los hechos referidos constituyen un delito de violación con homicidio calificado
Nuevos antecedentes se dan a conocer en torno al crimen de
Nicolás Pinochet (36), médico que se hizo reconocido a nivel nacional por
intentar incendiar el Cesfam donde trabajaba, en la ciudad de La Serena, Chile.
Durante el fin de semana, se confirmó la detención y
formalización de un joven de 24 años, de nacionalidad venezolana, en situación
irregular en el país. El sujeto quedó en prisión preventiva por el homicidio del
profesional de la salud, cuyo cuerpo fue hallado en un sitio eriazo. Peor aún:
en la instancia judicial se dio a conocer que hay un segundo implicado
(prófugo) y que la víctima sufrió violación.
IMPACTANTES DETALLES DEL CASO
Entre su frustrado intento de incendiar el centro médico y
el hallazgo de su cadáver, la familia de Nicolás Pinochet interpuso una
denuncia por presunta desgracia. Su desaparición generó preocupación, debido al
estado en que lo vieron por última vez.
Según consignó Diario El Día, el padre del doctor afirmó
que, desde hace una semana, su hijo mantenía comportamientos extraños debido a
una crisis psicótica diagnosticada como trastorno afectivo bipolar. Se trata de
una condición que, aparentemente, presentaba desde hace más de 15 años.
El martes 9 de julio, al día siguiente del atentado
incendiario, el médico llegó a su casa en compañía de dos venezolanos y una
mujer boliviana (pareja de uno de los extranjeros). De acuerdo a los
antecedentes de la investigación, a estas personas las conoció, horas antes, en
la calle.
TESTIMONIO CLAVE
Fue este detalle el que permitió dar con la mujer
extranjera, quien entregó un fuerte testimonio en calidad de testigo. La mujer
arrendaba una pieza junto al imputado detenido (de 24 años) en un domicilio ubicado
en calle Hortensia Bustamante. En el inmueble también vivía el venezolano que
sigue prófugo.
La testigo relató que, la noche del lunes, mientras transitaban por Avenida del Mar, un desconocido se les acercó y les preguntó por droga. Era Nicolás Pinochet, quien los llevó a su casa para ir a retirar sus cosas.
Posteriormente, el médico abandonó el domicilio con un
parlante y una bolsa con ropa.
TODO FUE UN ENGAÑO
Bajo engaño, Pinochet fue trasladado a un sitio eriazo
donde, supuestamente, vendían droga. Mientras la víctima y los dos venezolanos
caminaba hacia este lugar, la mujer boliviana se fue para la casa con el
parlante y la bolsa. Allí se reunirían todos, una vez realizada la transacción.
Sin embargo, los sujetos extranjeros ya tenían todo planificado:
le quitarían la vida al médico y venderían sus pertenencias.
A los pocos minutos, los sujetos llegaron al domicilio de
Hortensia Bustamante, pero sin Nicolás.
De acuerdo al citado medio, la testigo afirmó que uno de
ellos tenía sangre en sus pantalones. Por lo mismo, decidió encarar a su
pareja. “¿Quieres saber la verdad? Lo matamos”, le dijo el joven venezolano,
quien la habría amenazado con asesinar a su familia si hablaba de lo sucedido.
Gracias a la revisión de las cámaras de seguridad del condominio
de la familia de Nicolás y de otras en sectores aledaños, los detectives de la
PDI llegaron a la vivienda de los imputados, encontrando las pertenencias de la
víctima. Mientras que uno fue detenido, el otro escapó por la pandereta.
MACABRO ASESINATO
Según se detalló en la audiencia de formalización, el médico
Nicolás Pinochet habría sido asfixiado y violado. Finalmente, lo golpearon con
una roca en su zona genital y en su cabeza.
Al respecto, el fiscal Nicolás Nicoreanu señaló que “los
hechos referidos constituyen un delito de violación con homicidio calificado,
además de ensañamiento en grado de desarrollo consumado y en calidad de autor”.
Fuente: La Cuarta