Un helicóptero de ataque Apache israelí dispara un misil hacia el sur de Líbano, en medio de las hostilidades entre Hezbolá e Israel, visto desde el norte de Israel, 4 de octubre de 2024.06:27
Israel afirmó este viernes 4 de octubre haber atacado la
sede de los servicios de inteligencia de Hezbolá en Beirut, tras una serie de
ataques contra altos mandos del grupo que el líder supremo de Irán tachó de
contraproducentes. Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, sigue
dando respuestas ambiguas sobre el posible apoyo de su país a Israel en caso de
atacar instalaciones petroleras de Teherán.
Un helicóptero de ataque Apache israelí dispara un misil
hacia el sur de Líbano, en medio de las hostilidades entre Hezbolá e Israel,
visto desde el norte de Israel, 4 de octubre de 2024.06:27
Un helicóptero de ataque Apache israelí dispara un misil
hacia el sur de Líbano, en medio de las hostilidades entre Hezbolá e Israel,
visto desde el norte de Israel, 4 de octubre de 2024. © Reuters / Jim Urquhart
Israel ha estado sopesando opciones en su respuesta al
ataque con misiles balísticos iraníes del martes, que Irán llevó a cabo en
respuesta a la acción militar de Israel en Líbano.
Los precios del petróleo han subido ante la posibilidad de
un ataque contra las instalaciones petrolíferas de Irán, mientras Israel
persigue sus objetivos de hacer retroceder a los militantes de Hezbolá en
Líbano y eliminar a sus aliados de Hamás en Gaza.
El ataque aéreo contra Beirut, parte de un asalto más amplio
que ha expulsado de sus hogares a más de 1,2 millones de libaneses, iba
dirigido contra el posible sucesor del líder de Hezbolá, Sayyed Hassan
Nasrallah, asesinado por Israel hace una semana.
La suerte de Hashem Safieddine no estaba clara y ni Israel
ni Hezbolá han hecho comentarios al respecto.
Se oyó una explosión y se vio humo sobre los suburbios del
sur de Beirut a primera hora del sábado, según testigos de Reuters, poco
después de que el Ejército israelí emitiera tres alertas para que los
residentes de la zona fueran evacuados inmediatamente.
La primera alerta advirtió a los residentes en un edificio
del barrio de Burj al-Barajneh y la segunda en un edificio del distrito de
Choueifat. La tercera alerta mencionaba edificios en Haret Hreik, así como en
Burj al-Barajneh.
En un comunicado emitido a primera hora del sábado, Hezbolá
afirmó también que el Ejército israelí estaba intentando infiltrarse en la
localidad libanesa de Odaisseh, en el sur del país y que allí se estaban
produciendo enfrentamientos.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el 4 de
octubre que pensaría en alternativas a atacar los campos petrolíferos iraníes
si estuviera en el lugar de Israel y añadió que cree que Israel aún no ha concluido
cómo responder a Irán.
Biden fue preguntado en una rueda de prensa en la Casa Blanca si pensaba que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, estaba tratando de influir en las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre, en las que el expresidente republicano Donald Trump se enfrenta a la vicepresidenta demócrata Kamala Harris.
"Si está tratando de influir en las elecciones, no lo
sé, pero no cuento con ello", dijo Biden en respuesta. "Ninguna
Administración ha hecho más por ayudar a Israel que yo".
El Gobierno de Líbano dice que más de 2.000 personas han
muerto allí en el último año, la mayoría en las últimas dos semanas.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, calificó la cifra
de civiles de "totalmente inaceptable".
El Gobierno libanés ha acusado a Israel de atacar a la
población, señalando decenas de mujeres y niños muertos, aunque No ha
desglosado la cifra global entre civiles y combatientes de Hezbolá.
Israel afirma que ataca centros militares y toma medidas
para mitigar el riesgo de daños a civiles. Además, acusa a Hezbolá y Hamás de
esconderse entre la población civil, lo que estos niegan.
El Departamento de Estado de Estados Unidos confirmó que
esta semana un estadounidense murió en Líbano y que Washington estaba
trabajando para comprender las circunstancias del hecho.
Kamel Ahmad Jawad, de Dearborn, Michigan, murió en un ataque
aéreo israelí el martes, según su hija, un amigo y la congresista estadounidense
que representa a su distrito.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller,
declaró que estaba "alarmado" por los informes, y añadió: "es un
imperativo moral y estratégico que Israel tome todas las precauciones factibles
para mitigar los daños a civiles".
El último derramamiento de sangre en el conflicto palestino-israelí,
que dura ya décadas, tiene su origen en un ataque perpetrado por militantes
palestinos de Hamás el 7 de octubre de 2023, en el que murieron 1.200 personas
y en el que unos 250 fueron tomados como rehenes, según los recuentos
israelíes.
El posterior asalto de Israel a Gaza ha matado a más de
41.000 palestinos, según el ministerio de Sanidad de Gaza, y ha desplazado a
casi toda la población de Gaza, provocado una crisis de hambre y dado lugar a
acusaciones de genocidio que Israel niega.
El Ejército israelí afirma que unos 70 proyectiles fueron
lanzados desde Líbano hacia territorio israelí el viernes por la noche y fueron
interceptados o cayeron en campo abierto.
Israel envió fuerzas terrestres al Líbano esta semana tras los ataques con misiles iraníes. Ha dicho que sus operaciones terrestres están "localizadas" en pueblos cercanos a la frontera, pero no ha especificado hasta dónde avanzarían en Líbano ni cuánto durarían.
Israel afirma que el objetivo de las operaciones es permitir
que decenas de miles de sus ciudadanos regresen a sus hogares tras los
bombardeos de Hezbolá que les obligaron a evacuar su norte.
Irán promete no retroceder
La salva de misiles iraní fue en parte una represalia por el
asesinato por parte de Israel del secretario general de Hezbolá, Hassan
Nasrallah, una figura dominante que había convertido al grupo en una poderosa
fuerza armada y política con alcance en todo Medio Oriente.
El líder iraní, el ayatolá Alí Jamenei, dijo ante una gran
multitud en Teherán que Irán y sus aliados regionales no darán marcha atrás.
Los adversarios de Israel en la región deben "redoblar
sus esfuerzos y capacidades... y resistir al enemigo agresivo", expresó
Jamenei en una inusual aparición dirigiendo la oración del viernes, en la que
mencionó a Nasrallah y calificó de legal y legítimo el ataque de Irán contra Israel.
Afirmó que Irán no "pospondrá ni actuará
precipitadamente para cumplir con su deber" de enfrentarse a Israel.
La agencia de noticias semioficial iraní SNN citó al
subcomandante de la Guardia Revolucionaria Ali Fadavi diciendo el viernes que
si Israel atacaba, Teherán atacaría las instalaciones energéticas y de gas
israelíes.
El humo ondea sobre los suburbios del sur de Beirut tras un
ataque, en medio de las hostilidades en curso entre Hezbolá y las fuerzas
israelíes, visto desde Sin El Fil, Líbano, 5 de octubre de 2024.
El humo ondea sobre los suburbios del sur de Beirut tras un
ataque, en medio de las hostilidades en curso entre Hezbolá y las fuerzas
israelíes, visto desde Sin El Fil, Líbano, 5 de octubre de 2024. © Reuters /
Amr Abdallah Dalsh
´Previamente, el Ejército israelí había informado que había
matado al jefe de las redes de comunicación de Hezbolá, Mohammad Rashid Sakafi.
Hezbolá no hizo ningún comentario sobre la suerte de Sakafi.
Jamenei afirmó que los asesinatos solo servirían para
espolear más ataques.
Edificios de Beirut arrasados
En el bastión de Hezbolá en los suburbios del sur de Beirut,
muchos edificios han quedado reducidos a escombros. Casi todos los escaparates
de la calle principal del mercado, Moawad Souk, resultaron dañados y la carretera
se llenó de cristales rotos.
"Estamos vivos, pero no sabemos por cuánto tiempo", dijo Nouhad Chaib, un hombre de 40 años ya desplazado del sur.
La Autoridad Sanitaria Islámica, un organismo de defensa
civil vinculado a Hezbolá, dijo que 11 médicos habían muerto en tres ataques
israelíes distintos en el sur de Líbano el viernes.
El Ejército israelí declaró que en el último día había
atacado varios almacenes de armas, centros de mando y control y emplazamientos
de infraestructuras de Hezbolá en la zona de Beirut.
El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Abbas Araqchi, de
visita en Beirut y reunido con altos cargos libaneses, declaró que Teherán
apoyaba los esfuerzos por lograr un alto el fuego en Líbano siempre que contara
con el respaldo de Hezbolá y fuera simultáneo a un alto el fuego en Gaza.