No pueden tampoco ser tratados de esa manera y mucho menos meterles esa preocupación de que en su momento van a ser deportados», señaló.
Un centenar de personas migrantes protestaron este miércoles
en el puerto Internacional de San Ysidro, en la ciudad fronteriza de Tijuana,
norte de México, ante las amenazas de deportaciones masivas del presidente
electo de Estados Unidos, Donald Trump.
Convocados por las organizaciones Alianza Migrante Tijuana,
Ángeles Sin Fronteras y SOS Migrante, a propósito de la conmemoración del Día
Internacional del Migrante, las personas se reunieron en el albergue Juventud
2000, ubicado a un kilómetro del puerto fronterizo.
Desde ese punto, personas de todas las edades marcharon
portando pancartas con mensajes alusivos a Trump y proclamas en contra de las
medidas que pretende llevar a cabo el expresidente de EE.UU. (2017-2021), que
volverá a la Casa Blanca el próximo 20 de enero.
Entre otras consignas, se escuchaba: «Trump, puente sí,
muros no», «A México se le respeta» y «Los migrantes somos trabajadores, no
delincuentes».
Nada que celebrar
José María García Lara, director de la Alianza Migrante
Tijuana, afirmó que “durante este día no hay nada que festejar, pues no es un
festejo, sino una conmemoración hacia nuestros migrantes que buscan mejores
condiciones de vida en otros países del mundo”.
El activista destacó el objetivo de manifestar su rechazo
hacia las medidas que pretende Trump, “además para propiciar que el gobierno
estadounidense sea más sensible ante la necesidad de las comunidades que están
migrando por problemas muy fuertes en sus lugares de origen”.
Aseguró que buscan que Trump “sea más sensible”, ya que
llevar a cabo las deportaciones masivas de miles de mexicanos por esta zona
fronteriza sería muy complejo, además de que “en la administración pasada no
hubo esas deportaciones de las cuales ahora se está hablando mucho”.
Desmoronando familias
García Lara remarcó que lo único que esperan es “que Trump
entienda esa parte de que hay personas que van buscando mejores oportunidades
de vida, ya que muchos han logrado una estadía legal», pero también económica.
“No pueden tampoco ser tratados de esa manera y mucho menos
meterles esa preocupación de que en su momento van a ser deportados», señaló.
Apuntó que «hay personas que siguen llegando con sus
familias que ya tienen una situación estable en Estados Unidos y que en algún
momento quizá van a ser deportados porque no han encontrado su estadía legal,
eso sería muy lamentable, porque estarían desmoronando familias”.
Como medida precautoria ante las posibles eventualidades, el
activista compartió que ya están al pendiente de la coordinación que se pueda
generar con el gobierno del estado de Baja California y con los otros niveles
de gobierno municipales y federal.
“Creo que ahí, si en ese caso sucediera, es donde se debe de demostrar