El crimen organizado es responsable de la mayoría de los asesinatos, muchos de ellos vinculados al tráfico internacional de drogas.
Trinidad y Tobago ha declarado el estado de emergencia
mientras la violencia de pandillas en la nación caribeña continúa aumentando.
La presidenta Christine Carla Kangaloo emitió la declaración
siguiendo el consejo del primer ministro Keith Rowley, quien había estado bajo
creciente presión para tomar medidas ante el empeoramiento de las cifras de
criminalidad.
La república formada por dos islas tiene una de las tasas de
homicidios más altas de América Latina y el Caribe, con un récord de más de 620
asesinatos en lo que va del año en una población de 1,5 millones de personas.
El crimen organizado es responsable de la mayoría de los asesinatos,
muchos de ellos vinculados al tráfico internacional de drogas.
Según el Departamento de Estado de EE.UU., la proximidad del
país a Venezuela, las fronteras porosas y las rutas de transporte directas a
Europa y América del Norte lo convierten en «un lugar privilegiado para el
transbordo de narcóticos».
En el último incidente violento, cinco hombres fueron
asesinados a tiros en una tienda en la zona pobre de Laventille el domingo. La
policía cree que los asesinatos fueron en represalia por el asesinato de un
destacado miembro de una pandilla el día anterior.
En virtud del estado de emergencia, la policía tendrá
autoridad para detener a personas sospechosas de estar implicadas en delitos.
También tendrá la facultad de «registrar y entrar en locales públicos y privados
cuando sea necesario».
La oficina del primer ministro emitió un comunicado diciendo
que la intención era «abordar a las personas que representan una amenaza para
la seguridad pública, particularmente aquellas involucradas en actividades
delictivas y el uso ilegal de armas de fuego».
Sin embargo, agregó que no había planes para imponer un
toque de queda.
No está claro cómo afectará el estado de emergencia al
mundialmente conocido Carnaval de Trinidad, que culminará con un gran desfile
callejero el lunes y martes antes del Miércoles de Ceniza a principios de
marzo.
El evento es una importante atracción turística que atrae a
decenas de miles de visitantes del extranjero, pero el aumento de las medidas
de seguridad podría empañar las festividades.
La medida se produce mientras Trinidad y Tobago se prepara
para unas elecciones generales, que deben celebrarse en agosto de 2025.
El partido gobernante de Rowley, el Movimiento Nacional
Popular, en el poder desde septiembre de 2015, se enfrenta a un fuerte desafío
por parte del opositor Congreso Nacional Unido, liderado por la ex primera
ministra Kamla Persad-Bissessar.