La prensa local destaca que, si bien Sergio Betancourt fue sancionado y, en tal sentido, su caso es ejemplarizante, no se trata de un incidente aislado.
La Justicia colombiana ha condenado a 16 años de cárcel a
Sergio Luis Betancourt Yepes, un pastor evangélico por abusar sexualmente de
una mujer mientras pretendía realizar un exorcismo en la ciudad de Cartagena
(Costa Caribe), reseñó la Fiscalía del país latinoamericano en un comunicado.
El asalto tuvo lugar el 22 de febrero de 2020 en el hogar de
la víctima, quien dejó entrar a su perpetrador sin sospechar nada, pues este le
había prometido que «la liberaría de espíritus malignos», según el Ministerio
Público.
Así, tras organizar un supuesto ritual, Betancourt le
suministró aceites que le causaron somnolencia y, mientras se encontraba en
«estado de indefensión», el pastor «le realizó diversos tocamientos en sus
partes íntimas y la accedió carnalmente», lo que derivó en su condena por
acceso carnal abusivo con incapaz de resistir agravado, reseña el organismo.
El líder religioso se enfrenta a otro proceso penal por un
evento semejante cuya víctima sería otra mujer que asistía a su iglesia. Por
este caso ya recibió una medida de aseguramiento carcelario mientras avanzan
las investigaciones.
Líderes religiosos en la mira
La prensa local destaca que, si bien Sergio Betancourt fue
sancionado y, en tal sentido, su caso es ejemplarizante, no se trata de un
incidente aislado.
En la ciudad de Santa Marta, también en la Costa Caribe, el
líder de la Iglesia Cristianos Gente de una Nueva Generación, Luis Fernando
Ramón, ha sido sindicado de abuso sexual por varias personas. Pese a la
gravedad de las denuncias, el pastor ha logrado eludir a la justicia con
maniobras legales e incluso mantiene el control financiero de su organización.
Ramón apareció ante su congregación el pasado 22 de diciembre
ante un reducido auditorio. Antes del escándalo, su templo evangélico era
considerado uno de los más prominentes de la región.
Los señalamientos han ocasionado menguas entre sus
feligreses, pues las víctimas afirman que usa su posición para aprovecharse de
sus vulnerabilidades y manipularlas. Además, aseguran que posee material que
amenaza su intimidad, lo que ha generado temor entre quienes se han atrevido a
denunciarlo.
Fuente: RT