Recordaremos esto toda la vida. Es un avistamiento único que difícilmente se repetirá”, concluyó Laia Valor.
El Melanocetus johnsonii, conocido como Pez Diablo negro o
Rape Abisal, que había sido avistado en aguas superficiales cerca de la costa
de Tenerife, España, falleció según un comunicado de la ONG Condrik-Tenerife.
Su inusual hallazgo fue registrado el pasado 26 de enero, generando un gran
impacto en la comunidad científica ya que esta especie habita en la profundidad
del océano.
La ONG anunció que su ecurpo fue trasladado al Museo de Naturaleza y Arqueología de Santa Cruz de Tenerife, donde investigadores analizarán sus características morfológicas, fisiológicas y las posibles causas que lo llevaron a ascender a la superficie.
Pez Diablo negro avistado en Tenerife, España
El Pez Diablo negro fue detectado a dos kilómetros de la
costa de Playa San Juan, en el municipio tinerfeño de Guía de Isora, un área
donde nunca antes se había registrado la presencia de esta especie en estado
adulto y con vida. Normalmente, los Melanocetus johnsonii habitan a
profundidades de entre 200 y 2.000 metros, en la oscuridad abisal, donde
utilizan su órgano bioluminiscente para atraer presas.
El avistamiento ocurrió cuando la expedición de Condrik-Tenerife
regresaba a puerto tras una jornada de estudio sobre tiburones pelágicos. En
ese momento, uno de los tripulantes avistó al pez flotando cerca de la
superficie, lo que provocó asombro entre los investigadores. “Uno de los
tripulantes empezó a gritar diciendo que estábamos ante un animal casi
mitológico”, recordó Laia Valor, bióloga marina de la ONG, en declaraciones a
la Agencia EFE.
Lo que hace que este hallazgo sea aún más inusual es que,
hasta la fecha, solo se habían registrado larvas o ejemplares adultos muertos
en la superficie. “Siempre se habían detectado muertos en la superficie o vivos
a gran profundidad, pero jamás así”, explicó Valor.
El descubrimiento del pez se viralizó rápidamente en redes
sociales, al recordar al individuo que aparece en la reconocida película
Buscando a Nemo (2003), dirigida por Andrew Stanton.
Escena donde aparece un individuo de esta inusual especie que
habita en las profundidades del océano.
Pese a que el pez se encontraba con vida al momento del
hallazgo, su estado era crítico y falleció de forma natural pocas horas
después. Su muerte abre nuevos interrogantes sobre las razones que lo llevaron
a emerger a aguas poco profundas.
Las hipótesis de la llegada del pez diablo negro a la
superficie del océano en Tenerife, España
Los científicos manejan tres hipótesis principales para
explicar este fenómeno:
1. Una enfermedad o patología interna, que pudo debilitar al
pez y alterar su comportamiento.
2. Una corriente ascendente anómala, que lo arrastró involuntariamente
hasta la superficie.
3. El intento de huida ante un depredador, lo que podría haberlo llevado a escapar de su hábitat natural y exponerse a condiciones incompatibles con su supervivencia.
El hallazgo también fue registrado en la Red de Observadores
del Medio Marino de Canarias (RedPROMAR), un sistema de ciencia ciudadana que
monitorea la biodiversidad marina en el archipiélago.
¿Cómo es el Pez Diablo?
El Melanocetus johnsonii es un pez fácilmente reconocible
por su aspecto inusual, recordando incluso el rostro terrorífico del simbionte
Venom. Es más similar a un extraterrestre: su cuerpo, de color negro o marrón
oscuro, está adaptado para la vida en las profundidades oceánicas. Su boca
desproporcionada está equipada con dientes largos, afilados y translúcidos,
ideales para capturar presas en un entorno donde la luz es prácticamente
inexistente.
Su característica más distintiva es el illicium, una
prolongación en su cabeza que funciona como un “anzuelo bioluminiscente”. Este
órgano emite luz en la oscuridad, atrayendo a pequeños peces y crustáceos que,
al acercarse, quedan atrapados en sus mandíbulas.
¿Cuánto mide el pez diablo?
Además, las imágenes compartidas por los científicos dan
cuenta de su diminuto tamaño. Se caracteriza por un dimorfismo sexual extremo:
mientras que la hembra puede medir hasta 18 centímetros, el macho apenas
alcanza los 3 centímetros. En lugar de vivir de forma independiente, el macho
se adhiere al cuerpo de la hembra como un parásito reproductor, absorbiendo
nutrientes de su huésped y perdiendo sus órganos internos con el tiempo.
Para la comunidad científica, la oportunidad de estudiar un
ejemplar adulto de pez diablo negro que emergió con vida a la superficie es un
suceso sin precedentes.
“Recordaremos esto toda la vida. Es un avistamiento único
que difícilmente se repetirá”, concluyó Laia Valor.
El estudio de este espécimen podría ofrecer nuevas pistas
sobre el comportamiento de los peces abisales y sus posibles vulnerabilidades
ante los cambios en el ecosistema marino. Mientras tanto, su misteriosa
aparición en aguas superficiales sigue siendo un enigma que la ciencia
intentará resolver.
Fuente:www.elcolombiano.com
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