María Alejandra
Brancho Sulbarán, una ciudadana venezolana de 40 años, fue capturada y acusada
engañar a mujeres jóvenes de su país con falsas ofertas laborales para trasladarlas
a Medellín (Antioquia).
Según la Fiscalía
General de la Nación, una vez en Colombia, las víctimas eran retenidas contra
su voluntad y sometidas a explotación sexual y mendicidad forzada.
La investigación
reveló que Brancho Sulbarán utilizaba redes sociales para contactar a mujeres
en Venezuela, ofreciéndoles trabajo en una supuesta confitería en la capital
antioqueña. Sin embargo, al llegar al país, las víctimas eran encerradas en un
inmueble y obligadas a realizar actividades ilícitas bajo amenazas y presión
psicológica.
Uno de los hechos
más graves documentados por la Fiscalía ocurrió entre marzo y abril de 2022,
cuando Brancho Sulbarán convenció a una joven y a su pareja sentimental de viajar
al país con la promesa de empleo.
Las mujeres,
confiando en la oferta, emprendieron el viaje, pero al llegar a Medellín fueron
trasladadas a una vivienda en el barrio Robledo Aures, donde quedaron bajo
control de la acusada.
En el lugar,
fueron sometidas a constantes amenazas y coacción para realizar actividades de
mendicidad en las calles de la ciudad. Adicionalmente, una de las víctimas fue
forzada a prostituirse en municipios del oriente antioqueño.
Durante dos
semanas, las mujeres permanecieron en condiciones de encierro y sometimiento,
hasta que lograron escapar y denunciar a su captora ante las autoridades.
Gracias a su
testimonio, la Fiscalía logró abrir un proceso en contra de Brancho Sulbarán,
quien fue capturada y presentada ante un juez. Una fiscal del Centro de
Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas) imputó a la mujer por el
delito de trata de personas con fines de mendicidad ajena y explotación sexual,
el cual fue aceptado.
Por su parte, un
juez penal de control de garantías ordenó su reclusión en un centro carcelario
mientras avanza la investigación en su contra. La Fiscalía continúa recopilando
pruebas y no descarta la existencia de más víctimas que hayan sido captadas mediante
el mismo modus operandi.
Fuente:El Espectador