Líderes
internacionales han presentado sus primeros respetos ante el féretro del Papa
Francisco en la Basílica de San Pedro, en la capital italiana, Roma, después de
que el Pontífice falleciera a los 88 años de edad en su residencia de la Casa
Santa Marta del Vaticano, la mañana del lunes 22 de abril.
El presidente
francés, Emmanuel Macron, su homólogo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva junto
a la primera dama y el irlandés Michael Higgins se han despedido este viernes
en el tercer u último día del Pontífice en la capilla ardiente instalada en la
basílica, por la que han desfilado también la india Droupadi Murmu o el ex presidente
keniano Uhuru Kenyatta.
También pasaron
por la basílica de San Pedro la primera ministra italiana, Giorgia Meloni; el
presidente italiano, Sergio Mattarella; los reyes de España, Felipe VI y
Letizia, junto a la ex monarca Sofía, así como también la ex presidenta Dilma
Rousseff, de Brasil junto al el presidente del Supremo Tribunal Federal, Luís
Roberto Barroso; el presidente del Senado, Davi Alcolumbre; el presidente de la
Cámara y diputado federal, Hugo Motta.
De acuerdo a lo
informado por medios internacionales, Da Silva, la comisión brasileña que
asistió a los actos en honor al Santo padre participarán, este sábado, del
funeral del Papa, al igual que lo harán representantes de 130 países, incluidos
50 jefes de Estado y 10 soberanos reinantes, según informó el Vaticano.
El sábado por la
mañana tendrá lugar la Santa Misa Exequial, en el atrio de la Basílica de San
Pedro, posterior a esto el cuerpo de Francisco será trasladado hacia la
Basílica de Santa María Maggiore, donde se llevará a cabo su sepultura.
En las últimas
horas, las autoridades italianas confirmaron que, tras evaluar diversas
opciones y en coordinación con el operativo de seguridad listo para
desplegarse, el cortejo fúnebre recorrerá seis kilómetros del corazón de Roma,
desde la Ciudad del Vaticano hasta la Basílica.
La ruta trazada
iniciará en la puerta del Perugino, en la Santa Sede, y seguirá parcialmente el
antiguo trazado de la Via Papalis, la procesión que, en el pasado, hacían los pontífices
tras ser designados.
Para ello, se
utilizará un auto desde el cual se podrá ver el cajón del pontífice argentino,
que avanzará a “paso solemne” e irá escoltado por un reducido número de coches
que movilizarán a algunos cardenales.
Ante la alta
presencia de fieles, se instalarán cuatro pantallas gigantes en la zona, para
que todas las personas que lo deseen puedan seguir la ceremonia en vivo.